No te quejes, ¡LUCHA!

No te quejes, ¡LUCHA!

Algunos consejos y propuestas para la lucha política:

1.- Creación, promoción y mejora de medios de contrainformación.
Necesitamos el mayor número posible de medios de información con la mayor repercusión y calidad que pueda llegar a alcanzarse que ofrezcan nuestra versión de los hechos de cada una de las noticias y acontecimientos del dia a dia. Son comunes las quejas de que los medios no son nada neutrales, que desinforman, malinterpretan, difaman u omiten según su antojo. Quejarse es estéril, hay que luchar. Cada avance en la difusión de la información desde nuestra perspectiva es un paso dado en la consecución de una mayor implantación de nuestras ideas en la sociedad, y por lo tanto en la consecución de nuestros objetivos finales. Clarificar acontecimientos, formar camaradas, movilizar a los simpatizantes para acudir a los actos, anunciar proyectos, y otras muchas cosas también pueden hacerse desde un medio de información de calidad.

Las posibilidades de internet, cámaras digitales, videos y archivos mp3 o el bajo coste de las publicaciones en la actualidad, son cosas que permiten que con pocos medios sea posible llevar a cabo este tipo de activismo.

Los medios locales deben centrarse tanto en informaciones locales, aquellas que son ignoradas en los medios de información de masas, como en todo aquello que afecte a los objetivos ideológicos comunes de nuestra causa.


2.- Formación.
No existe libertad sin conocimiento. Los poderes que gobiernan en nuestro tiempo, procuran inculcar desde la más tierna infancia que sólo existe una única forma de sociedad, y de gobierno, y que ésta no es otra que la suya. Ellos enseñan a todo individuo a ver con temor cualquier alternativa al sistema actual, el pensamiento oficial es que todo lo que se aleje del camino indicado es caos, violencia y oscuridad.

La formación es absolutamente necesaria en todo movimiento revolucionario encaminado a una verdadera transformación de las cosas. Es necesario mostrar que existen vías alternativas, vias reales y constructivas que nada tienen que ver con ese cuento del lobo feroz que cuentan los que en estos momentos controlan los medios y el sistema educativo. Explicar en qué consiste esa vía, por qué existe y cual es la causa por la que lucha contra el sistema es una condición indispensable en la expansión de un movimiento disidente como el nuestro.

Enseñar métodos a la hora de construir esa alternativa y las diversas formas de lucha que existen contra el sistema es sólo la segunda prioridad de una buena Formación. Todo el que no sepa por qué ni contra qué lucha no es un verdadero camarada sino un simple bulto, un relleno sin más.

3.- Actividades, manifestaciones y reuniones.
Actos y manifestaciones son todavía en nuestros tiempos uno de los instrumentos más importantes en la expansión de un movimiento revolucionario. Además de las habituales ventajas propagandísticas y de presión que ofrecen este tipo de actos, gracias a los antifascistas, que a veces también nos son útiles a nosotros, se ha vuelto difícil para la policía controlar las manifestaciones nacionales. De ello resulta que disponemos de un medio de presión en nuestras manos: Hubo una vez un concierto que fue prohibido por el ayuntamiento. Como respuesta hubo dos manifestaciones con un acto musical al final. Las autoridades se metieron con aquella cancelación un gol en propia puerta. En lugar de un concierto tranquilo en un local, acabó habiendo un concierto delante del ayuntamiento y un sinnúmero de destrozos, desórdenes y detenciones provocados por los antifascistas alrededor. Desde entonces, el ayuntamiento tiene que pensarlo más antes de clausurar alguno de nuestros pacíficos conciertos.

Es algo parecido a lo que sucedió con las exposiciones ambulantes de las Fuerzas Armadas. Todas las pequeñas ciudades hubieran tenido con ganas ese pequeño circo ambulante en su territorio, pero prefirieron evitarlo porque para sus ya endeudadas cuentas les hubiese salido más caro el despliegue policial y los posibles destrozos que el pago que el Ejército ofrecía por instalarse. En este caso fue un éxito de los grupos antifascistas.

Por cada actividad bloqueada o motivo de protesta contra una acción local específica, tenemos la posibilidad de movilizarnos, y movilizar también a los grupos antifascistas como fuerza de choque, como medida de presión a nuestro -indirecto- servicio.

Actividades, manifestaciones y reuniones son además un buen punto de contacto con camaradas que quieran sumarse a nuestra lucha.

4.- Deporte
Un camarada no debe estar formado sólo mentalmente, sino tambén físicamente. Un camarada que en la situación actual diga que la fuerza no es ninguna solución, o es muy inocente o es un cobarde. La realidad es que a medida que crecemos y avanzamos, aumenta la violencia, la peligrosidad, y también la impunidad, de las acciones contra nosotros en las calles. Una mejor preparación física ofrece mayores posibilidades de salir airoso de la violencia y las amenazas de los perros del sistema y poder desarrollar formas de acción política a pesar de ellos.

Es absurdo exigir a nadie que se convierta en un deportista profesional o en un culturista, pero es recomendable que los camaradas decentes se preparen y no se dejen caer.

Por eso es recomendable organizar asociaciones deportivas, equipos de fútbol o clubs de artes marciales dónde se pueda pasar un buen rato entre camaradas y a la vez alcanzar un mejoramiento de la preparación física y del trabajo en equipo, algo indispensable en la creciente situación de violencia que vivimos a causa de nuestra forma de pensar y el color de nuestra piel.

5.- Propaganda con panfletos.
Una actividad típica e importante es crear panfletos sobre política, sucesos locales, quejas vecinales, etc... en equipo y destribuirlos por los buzones de nuestra ciudad. Así pueden acercarse gente de nuestras mismas opiniones. Para que esta actividad sea efectiva, debería llevarse a cabo semanal, o como mucho, mensualmente. Los grupos conocen los problemas locales, del vecindario, y los folletos deberían ocuparse principalmente sobre ese tipo de cuestiones (inmigración, criminalidad, islamismo, agresiones al medio ambiente, grupos delincuentes okupas del barrio, desorden y suciedad, abusos de la administración local, etc.) Los folletos pueden tener direcciones de internet y sería idóneo un desarrollo conjunto de esta actividad con un medio de información local en red.

6.- Trabajo de base.
Es incluso entretenido, y no tiene demasiado peligro. Como trabajo de base se entiende toda acción que permita mejorar nuestros posicionamientos entre la opinión pública. A esto pertenece la actividad de voluntariado para la comunidad, simples discusiones con conocidos y familiares, organización de grupos de estudio, etc. Toda persona debe tener presente que la imagen que ofrezca a su entorno, afectará a todo el movimiento y eso puede influir decisivamente en la próxima acción de panfletos y propaganda en la calle. Un caso famoso es el grupo de camaradas de Dresden en su trabajo voluntario y en equipo durante las inundaciones de 2002 construyendo diques de contención con sacos de arena.

7.- Lucha “antiantifa”
En esencia, los grupos locales de antifascistas suelen consistir en muy pocos individuos – muchas veces una sola persona – los cuales actúan como organizadores de los eventos, para los que suelen movilizar a colectivos más numerosos, aborregados por la inercia o las modas estético-musicales y ya menos activos. Es exactamente a ese núcleo organizador dónde hay que apuntar. Aunque parezca contradictorio, ya que oficialmente estos grupos suelen defender posturas anarquistas, los antifascistas se organizan en una estructura esencialmente jerárquica. Si cae el organizador u organizadores, caerán la mayor parte de los miembros de el colectivo antifascista en cuestión – generalmente pasivos y gregarios. La voluntad se quiebra cuando la organización se rompe. Introducir gente puede traer en este aspecto y en muchos otros tambien grandes resultados.

Texto de: NACIONALISTAS AUTÓNOMOS / ALEMANIA